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La segunda cosecha

MABON

21 de septiembre

Mabon marca el momento dentro de la rueda del año en que se terminan de recoger las cosechas y se almacenan los granos

Significado

Mabon de origen celta y galés, es dentro de las religiones paganas y neopaganas una de las 8 festividades de la rueda del año considerándose uno de los 4 “Sabbats Menores” y se celebra en el equinoccio de otoño, el día en que la luz y la oscuridad se encuentran equilibradas, pero que al contrario de Ostara que trae la promesa de días más largos, Mabon anuncia los días más oscuros y la preparación de la muerte del Dios.

También se le conoce como Alben Elfed (Celedonios), Herfest, Segunda Cosecha, Día del Banquete, Fiesta de la Vendimia o De Avalon. Los druidas la llamaban Mea´n Fo´mhair, para los Teutones era la Búsqueda del Invierno, Succoth para los Judíos, se le llama Chung Chiu en China y Fiestas Dionisiacas en Roma. Durante la Edad Media hubo un intento de adaptación de esta festividad durante diversos movimientos de cristianización del pueblo europeo denominándola Micheaemas o la gran fiesta del Arcángel Miguel.

Merece su nombre de la frase “Mabon ap Modron” lo que traducido nos da “Mabon hijo de Modron” Dios galés que encarna el principio de la fertilización e hijo de Modron, Diosa de la Tierra (actualmente se tiene poca información de estos Dioses) y otras tradiciones como la celta, lo equiparan al Dios Cernunos. Por otro lado, los druidas honraban al Dios del Bosque.

Mabon marca el momento dentro de la rueda del año en que se terminan de recoger las cosechas y se almacenan los granos; la naturaleza poco a poco se prepara para el invierno y comienzan a caer las hojas. Es la época para celebrar los bienes que la Madre Naturaleza nos da, y el momento en que el Dios comienza a descender y la Diosa entra en su faceta de anciana, cuando la duración del día y la noche son iguales pero el equilibrio se inclina hacia el invierno: la oscuridad, la inactividad y la decadencia.

Y si bien el Dios se prepara para morir y la Diosa nos revela su faceta de anciana, es en su interior donde ella es la doncella y el Dios la semilla que renacerá en Yule. Este es el momento en que convergen dentro de la naturaleza la vida y la muerte, y en que el pasado y el futuro se unen.

Correspondencias

  • Plantas: Maíz, Álamo, Hiedra, Nardos, Madre Selva, Tabaco.
  • Símbolos: la estrella de 5 picos, el pentagrama, el pentáculo, la cornucopia, los frutos y hojas secas, las uvas runas de salud, éxito y representantes del éxito.
  • Alimentos y bebidas: maíz, pan, calabazas, uvas, manzanas cereales, granos vinos, sumos de frutas y sidras.
  • Inciensos: salvia, incienso, canela sandalo mirra, benjuí.
  • Colores: tonalidades de naranja, amarillo, rojo y café, dorado ocre, y el violeta.
  • Deidades: Modron, Demeter, Persefone, las Musas, Mabon, Cernnunos, Thoth, Odín, Hermes, el Hombre Verde (Green Man), Thor y todas las figuras de la Diosa Madre.
  • Piedras: ojo de tigre, ágata amarilla.
  • Actividades: Recolección de granos y frutos como el maíz, tallos de trigo, bellotas, nueces uvas, manzanas, calabazas. Elaborar figuras con las hojas secas del maíz, crear cornucopias, caminar al aire libre y estar en contacto con la naturaleza.
Correspondencias IMBOLC | Círculo Ágora Meraki


Mabon es el momento de agradecer por los frutos y atributos derivados del auge de las cosechas; agradecer a los Dioses para asegurar que nos acompañen y tratar de garantizar así la abundancia durante el invierno.

Podemos decir que Mabon es principalmente la abundancia y el equilibrio, tiempo de celebrar y agradecer, de prepararnos para la ausencia del Dios y el dormir de la Diosa, es aquí donde se igualan la fuerzas femeninas y masculinas de la naturaleza y donde se nos invita a desprendernos de aquello que no nos sirve o que es innecesario para continuar, y suele celebrarse con la familia y la comunidad.

Ahora es el momento de hacer trabajos mágicos que tengan que ver con la introspección, con ese viaje a nuestro interior que solo es posible con la reflexión y el descanso que llega después de la cosecha, de trabajar con los sueños, deshacerse de malos hábitos. Es momento de hacer muñecas de hojas secas de maíz o de espigas de trigo para ponerlas en nuestro altar o en la alacena para que no falte el sustento. Es un tiempo de hacer meditación, de analizar, de estudiar y de disfrutar de nuestra cosecha personal antes de que lleguen el invierno y la oscuridad.

En la actualidad podemos decir que es una época para analizar todo aquello que hemos hecho durante toda la rueda del año; lo que sembramos, aquello en lo que trabajamos, a lo que le pusimos empeño; es cuando se ven los resultados de nuestros trabajos como hijos, como hermanos, como padres. También es el momento en el que reflexionamos sobre lo que nos hace falta para concretar nuestras metas y darnos cuenta de qué fue lo que no funcionó o dónde erramos el camino. Lo bueno y lo malo de nuestro proceder nos ofrece la oportunidad de agradecer la abundancia en los resultados de nuestros proyectos y también de agradecer el aprendizaje que nos deja una infructuosa cosecha.

Y así como en la rueda, Mabon es el preludio al descanso; en el reloj representa el atardecer, la hora en que el sol empieza a ocultarse y marca el momento en que empezamos a prepararnos para dormir; pero no lo hagamos sin antes compartir y agradecer.

Pon en tu altar hojas secas, semillas, manzanas, a poner velas y que la más grande sea de color marrón. Prende un incienso elaborado con las plantas ya descritas, invita a tus guías y guardianes y ríndele culto a las deidades que te permitieron cumplir tus objetivos, llegar a la meta, tener salud, y obtener aprendizajes. Llama a tu mesa a la familia o amigos, prepara algún alimento o un postre y sirve los zumos de las frutas que se nos presentan. Comparte, celebra, agradece.